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Un poco de retrospectiva de estos 15 meses de genocidio
Palestina

Un poco de retrospectiva de estos 15 meses de genocidio

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La Red

Una de las pruebas del carácter genocida de la guerra de Israel contra Gaza han sido sus incesantes ataques a los hospitales, con el objetivo de privar a la población palestina de toda asistencia médica:

El 17 de octubre de 2023, el bombardeo al hospital Al Ahli por el ejército genocida de Israel se cobró 471 víctimas en Gaza. El hospital Al Shifa fue atacado dos veces, en noviembre de 2023 y de nuevo en marzo de 2024, con el resultado de más de 400 muertos descubiertos en una fosa común excavada en el patio del hospital. En febrero de 2024, el hospital Nasser de Jan Yunes fue asediado y murieron 200 personas. Los 36 hospitales de la Franja de Gaza fueron atacados, y 24 quedaron completamente destruidos.

El 17 de octubre de 2023, más de 30 sindicatos palestinos hicieron un llamado a sus camaradas del resto del mundo: ¡parar el suministro de armas a Israel! Este llamamiento se difundió por todo el mundo bajo el nombre de campaña «Stop Arming Israel». Otra reivindicación, apoyada por los sindicatos europeos, es la suspensión del acuerdo de asociación entre la Unión Europea e Israel.

Ya el 17 de octubre de 2023, la Unión de Trabajadores Árabes pidió a Israel que revelara el destino de 18.000 trabajadores de Gaza, detenidos, incomunicados, torturados... Incluso en Cisjordania o dentro de las fronteras de 1948, la más mínima sospecha puede llevar a la detención y encarcelamiento de trabajadores palestinos.

Desde enero de 2024, la Corte Internacional de Justicia exige a las autoridades israelíes que pongan fin a sus crímenes de guerra, y las sospechas de genocidio son confirmadas por un número cada vez mayor de observadores cualificados, incluidas las principales redes sindicales internacionales. En mayo de 2024, la Corte Penal Internacional dictó órdenes de detención contra Benyamin Netanyahu y Yoav Gallant. Estos llamamientos legales se extendieron a las autoridades de todos los países, pero también a sus empresas, que debían garantizar la adopción de medidas o, como mínimo, asegurarse de que no eran cómplices de los delitos señalados.

En abril de 2024, estudiantes de todo el mundo se levantaron para denunciar la complicidad de sus universidades y sus gobiernos en las masacres en curso. Esto demuestra la creciente impopularidad hacia la potencia israelí que ya ha perdido su guerra propagandística, arruinando su reputación en los años venideros. Las campañas de boicot se han extendido por todo el mundo, contra Puma, Axa, Carrefour, Caf, BNP Paribas, Mc Donalds, Coca Cola, Caterpillar, etc.

Inevitablemente, el conflicto se extendió a los países vecinos. A partir de abril de 2024, Irán y Yemen se unieron a la guerra y bombardearon objetivos militares en Israel. Entre septiembre y noviembre de 2024, el ejército israelí bombardeó Líbano tan ferozmente como había bombardeado la Franja de Gaza. Con la elección de Donald Trump en Estados Unidos en noviembre y la revolución en Siria que derrocó a Bashar al Assad en diciembre, toda la región se reconfigurará.

La última batalla la libra el ejército israelí desde octubre de 2024, cuando intentó ocupar una franja de 6 km de ancho al norte de la Franja de Gaza, incluidas las localidades de Yabalya, Beit Hanún y Beit Lahia. En diciembre de 2024, destruyó el hospital Kamal Adwan y se llevó a su director, el Dr. Hussam Abu Safiya, al campo de tortura de Sde Teiman. A pesar de este estallido de violencia, sufrió grandes pérdidas y no consiguió ocupar la zona antes del alto el fuego de enero de 2025.

Más de 15 meses después del comienzo de la guerra genocida de Israel contra Gaza, los términos del alto el fuego de enero de 2025 no distan mucho de los que Hamás propuso en noviembre de 2023, es decir, un intercambio de prisioneros israelíes por prisioneros palestinos, la entrada de ayuda humanitaria, el regreso de los desplazados⸳ a sus hogares, la retirada de las tropas israelíes, la apertura del paso fronterizo de Rafah, etc. Por lo tanto, se podrían haber evitado cerca de 50.000 muertes y 120.000 heridos⸳. De ellos, Israel no perdonó ni a los niños (más de 15.000 asesinados), ni a las mujeres (casi 15.000), ni a los ancianos (5.000), ni a los cuidadores (más de 1.000), ni a los profesores (casi 500), ¡ni a los periodistas (casi 200)!

El actual alto el fuego es muy frágil e Israel sólo lo respetará si los gobiernos occidentales le obligan a ello y exigen también la reconstrucción y el fin del bloqueo de Gaza. Para una solución justa y duradera, y de acuerdo con el derecho internacional, hay que poner fin cuanto antes a la ocupación, la colonización, la política de apartheid y la impunidad del Estado colonial, liberar a todos los detenidos injustamente, permitir el regreso de los refugiados y promover la autodeterminación del pueblo palestino.

A través de sanciones diplomáticas, nuestros gobiernos podrían garantizar el respeto de la ley y la justicia. Si no lo hacen, se hacen corresponsables de los crímenes cometidos. La inmensa mayoría de la población mundial está indignada por las masacres cometidas por las autoridades israelíes y se solidariza con la lucha de liberación del pueblo palestino. Como ciudadanos, trabajadores, sindicalistas, y a través de la movilización masiva, en las calles y a través de la campaña BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones), podemos obligar a nuestros gobiernos a hacer cumplir nuestras demandas.

¡Palestina libre! ¡Viva Palestina! ¡Tahya Falastine!

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