Gobierno ecuatoriano intensifica la represión y asesina a manifestantes
El gobierno de Daniel Noboa ha declarado la guerra a las protestas que se desarrollan en Ecuador contra el Decreto 126, que elimina el subsidio al diésel. Desde el inicio de las movilizaciones, hace tres semanas, las fuerzas armadas han actuado con violencia, convirtiendo las calles en verdaderos campos de batalla.
El 28 de septiembre, en Imbabura, un convoy “humanitario” provocó la indignación de las comunidades indígenas que resisten la invasión de sus territorios. Denuncias señalan que dichos convoyes en realidad transportan armas, productos de grandes cadenas comerciales e incluso dinamita.
Durante el enfrentamiento, el dirigente Efraín Fuérez, de Cotacachi, fue asesinado con tres disparos por la espalda. Los soldados aún patearon su cuerpo y al compañero que intentaba socorrerlo.
Lo que comenzó como una protesta contra el autoritarismo y el neoliberalismo se ha transformado en una resistencia popular frente a las muertes y detenciones arbitrarias.
Otavalo: símbolo de la resistencia indígena es invadido
En la madrugada del 14 de octubre, un nuevo convoy militar invadió Otavalo, ciudad símbolo de la lucha indígena y popular. Los soldados lanzaron gases lacrimógenos y dispararon armas letales contra manifestantes desarmados.
El periodista Edison Muenala, de la Asociación de Productores Audiovisuales Kicwas, fue baleado durante la cobertura. Hay decenas de heridos, desaparecidos y al menos dos muertes confirmadas.
“No están reprimiendo a criminales, están matando a la gente”, denunció un líder comunitario.
La violencia del gobierno desató una nueva ola de protestas en Cotopaxi, Imbabura, Chimborazo y Pichincha. Trabajadores, campesinos y estudiantes volvieron a las calles en solidaridad con Otavalo y contra el estado de excepción.
Se levantaron barricadas, se bloquearon carreteras y se convocaron asambleas populares.
Solidaridad internacional con el pueblo ecuatoriano
En conjunto con sindicatos, movimientos populares y organizaciones de derechos humanos, la Red Sindical Internacional de Solidaridad y Luchas exige el fin inmediato de la represión, la retirada de los militares de las calles, la liberación de los presos políticos y justicia para las víctimas.
El pueblo ecuatoriano enfrenta no solo a un gobierno autoritario, sino a un sistema que entrega los recursos naturales y gobierna para los ricos.
La resistencia en Ecuador es parte de una lucha continental contra la explotación y el autoritarismo.
Es hora de alzar la voz: ¡Basta de represión, solidaridad con el pueblo en resistencia!

